La religión predominante y practicada por la mayoría de los ciudadanos del Brunéi es la Musulmana. Todo funciona basándonos en las reglas del Corán, y hay que tener en cuenta que cuando visitas este país tienes que respetarlas tú también.

No es obligatorio el uso del velo para las mujeres extranjeras que están de visita en el sultanato. A pesar de eso, si eres mujer y decides viajar a Brunéi, te recomendamos que te cubras los hombros y las rodillas, al menos como signo de respeto. Por la misma razón, los hombres también deberían cubrirse las piernas con pantalones largos o al menos hasta la rodilla.

Aunque si la población es en su mayoría musulmanes, también otras religiones son aceptadas en el país, de hecho hemos visto algunas iglesias y templos budistas.

Los locales son muy amables, siempre con la sonrisa en la boca, y curiosos de saber de dónde vienes. 

El Sultán es el hombre más rico del país, y uno de los más ricos del mundo, el mismo tiene máximo poder legislativo y religioso en el sultanato. Es tan rico que tiene el palacio real más grande del mundo (accesible al turista solo tres días al año). Visto la infinidad de regalos que le hacen los otros jefes de estados, reyes y ministros, el sultán decidió abrir un museo para exponer todos estos objetos (decisivamente te aconsejamos una visita de curiosidad).

Aunque sea uno de los países con más riqueza per cápita, visitando el país verás que contrariamente a lo que te podrías esperar de un país tan rico, hay gente humilde y pobre y que tiene pocos recursos (como del resto en todos los países). Aun así, el Sultán ofrece a todos los ciudadanos del Brunéi varios beneficios, como sanidad y estudios gratuitos (hasta en el exterior), cero tasación en las nóminas y gastos irrisorios para luz, agua y gas.